Esto me recuerda que se podría celebrar la primera menstruación de una niña, como apoyo al empoderamiento de la mujer, alejar tabúes y asumir con alegría este proceso biológico, con un ritual para dar a la joven la bienvenida a la comunidad de mujeres, como ya se hace de distintas formas en algunos lugares, en este caso utilizando elementos de los misterios eleusinos, aquellos ritos de inciación al culto de Perséfone, y que eran de los más importantes en la antigua Grecia.
La nueva mujer, en ayunas, a la que se honra, llevará un vestido tan rojo como la rica sangre de la vida, y una corona hecha de gavillas de grano sobre su frente. Para finalizar el ayuno hay que darle una tarta hecha con harina y menta, los mismos ingredientes utilizados en el kykeon en Eleusis. Finalmente, con el grupo de acompañantes femeninas, en el interior de una habitación crepuscular, contadle la historia de Perséfone, a la vez que una granada mordisqueada pasa de mujer a mujer manifestando el milagro de la sangre que las une.
Lindooooooooo!!!!!
ResponderEliminarUna fiesta, donde se nace una mujer.... la sangre de la vida!
Fantastico Pitt!
A menarca festejada como princípio e fonte de vida.
ResponderEliminarGosto desse "empoderamento" vestido com as roupagens
que o texto aponta.
Abraço
Olinda
Pues sinceramente yo sé la regalaba a los hombres con ceremonia y ritual incluidos. Deberían inventar algo para hacerla desaparecer de nuestras vidas, y obviamente no me refiero a la menopausia. Besos señor Pitt.
ResponderEliminarSin duda la primera menstruación en la mujer la deja un recuerdo imborrable al menos así fue la mía, a los doce años. Ello significó el paso de niña a mujer y nunca mejor dicho y todas las charlas de mis padres. El tener una ceremonia la verdad que creo que hay que darle más naturalidad al fin y al cabo es algo natural en la mujer.Pero la historia que nos has contado es interesante de leer. Un abrazo Pitt.
ResponderEliminarPues a mí me ha parecido muy bello. Yo tengo mal recuerdo de la experiencia, tal vez si lo hubiera visto con otros ojos, como bien dices, "alejar tabúes y asumir con alegría este hecho biológico"..., así sería mucho más grato también para las niñas que empiezan a hacerse mujeres.
ResponderEliminarLa imagen de la granada es espectacular, dan ganas de meterle el diente, je, je.
Feliz tarde de martes, Pitt
Hola Pitt Tristán. Muy bonito el relato. Como no sabía que significaba Perséfone lo he buscado. En la mitología griega, Perséfone (en griego antiguo, Περσεφόνη Persephónē) es hija de Zeus y de Deméter. La joven doncella, también llamada Kore, se casa con Hades y se convierte en la reina del Mundo de los muertos además de una diosa. Muy curioso.
ResponderEliminarSinceramente para mí fue muy traumático con trece años tuve mi primera menstruación.
En un interna con monjas desde los cuatro años, hasta los diecisiete, nadie me explicó lo que era y fue algo horrible.
La imagen de la granada es preciosa, se ve muy rica, es tan roja como la sangre y llama la atención igual que la sangre, solo que la sangre es dulce y la granada agridulce con un poco de amargor.
Saludos
Perdón, quise decir internado :-)
ResponderEliminarTema natural y delicado exquisitamente abordado.
ResponderEliminarUn abrazo Pitt.
Sería algo bonito, la verdad, y le daría naturalidad. Eso sí Pitt, tendremos que esperar que pase esta locura del covid. Besos :D
ResponderEliminarYo que soy partidaria de las cosas sencillas encuentro este ritual muy elaborado, es una curiosa forma de celebrar la fecundidad de la niña-mujer.
ResponderEliminarQuiero concentrarme en el tema, pero todavía me estoy riendo del fragmento de la carta a los adefesios, no me lo quito de la cabeza, ja,ja,ja.