Cuando aparece un torero con torería auténtica todo adquiere otra dimensión, la plaza se traslada a un lugar ignoto del cosmos. Fuera habrá tráfico ruidoso, ajetreo ciudadano o vendrá la guerra mas el coso se cierra en sí mismo y vive los momentos que le son propios, unas veces de gloria, otras de tragedia.
Joaquín Vidal.
Y el público asistente, que en todo ello ve un arte, exclama olé .
ResponderEliminarGustos para todo.
Críticos también para todo.
Un abrazo y feliz tarde.