Luque y el mal fario de Domingo de Resurrección
El sevillano corta una oreja y salva una tarde condicionada por el juego de los toros de Núñez del Cuvillo
Entregados a la entrega de Luque, La Maestranza abrió temporada con su habitual llenazo y la mirada del tuerto sobre la fecha del Domingo de Resurrección. Últimamente no pasa nada en esta corrida de vitola, para la que se embarcó una corrida de precalentamiento de Cuvillo, rematada y de buen ver, aunque con la cara justa. No obstante, lo peor fue su bravura ausente. En el polo opuesto a la buena suerte, el lote de Talavante con un toro rajado y otro de movilidad desordenada. Para recordar, los lances de Morante y una ajustada faena torera de Morante a un toro escaso en todo. Y en lo más positivo, una tarde en la que Sevilla se decantó de forma clara por el saber estar y hacer de Daniel Luque, cuya capacidad torera con el menguado tercero lució en la cercanía aplicando el sevillano buen trato, cabeza amueblada y pulso. Dos faenas a dos toros medios. De la terna, el mejor parado a la espera del serial continuado que, siguiendo los pasos de la historia reciente, mejorará mucho la escasez de últimos Domingos de Pascua.
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