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jueves, 9 de febrero de 2012

La realidad y las palabras

El ser humano necesita de la pasión tanto como necesita de la ironía. En última instancia, ambas son formas del conocimiento, formas de entendernos a nosotros mismos y entender el mundo en que vivimos.
A su vez, como decía Octavio Paz, la ironía es la herida por donde se desangra la analogía. Y como pensaba Zagajewski: con el ardor podemos construir enormes monumentos, pero inhabitables. La ironía nos permite hacerlos habitables, pues representa las puertas y ventanas.
La metáfora, la poesía, entre la analogía que hace habitable el mundo y la ironía que nos muestra la máscara vacía se debaten el ser humano: las palabras son los puentes entre la realidades. Por las palabras vinimos al mundo y es en ellas donde encontramos reposo y desaliento. La vida y la muerte, el tiempo, son los conceptos primigenios sobre los que se articula nuestra existencia.
Y en todo caso, si entre la realidad y las palabras no hubiese vínculo alguno, tampoco podríamos negar que nuestra vida misma es una metáfora toda ella, una historia narrada desde siempre en las líneas de un poema.

7 comentarios:

  1. Las palabras son también un arma poderosa. No hay más que ver cómo se esfuerzan nuestros políticos en intentar transformar el castellano en un idioma infumable y con terminologías adaptadas a sus intereses, diciendo según que cosas, de según que forma, etc.

    Me viene a la cabeza el chiste de Dilbert en el que Dilbert en un power point pone "Nuestro producto está matando a los clientes". Le dicen que lo ponga de forma menos negativa. Tras hacerlo, en el power point pone: "Descenso de los clientes insatisfechos".

    Pues eso, más o menos.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. "Dime de que te ríes y te diré quien eres".
    Por la ironía escurren todos los fracasos y sinsabores, es por donde se ventilan las heridas, para que cicatricen.
    Sin palabras ni existiríamos, son imprescindibles. Como dice Pepe, armas poderosas... también preciadísimos puentes. Si es nuestra vida una metáfora.
    Qué preciosa entrada Pitt, estás de un inspirado que eleva. Thanks.
    Plis borra el anterior, si tienes tiempo, que me equivoqué horrible con una palabra.

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  4. La ironía, la pasión, las palabras, la poesía... todas son formas de un solo lenguaje, el de "la vida"... aún así algunas de ellas no hacen buena mezcolanza, la pasión y la ironía, se repelen una a la otra, la segunda enfría a la primera y una gran primera arrasa a la segunda... no se puede vivir con pasión aquello de lo que se ironiza y/o no se puede ironizar aquello por lo que la pasión te quema... por lo demás la vida (y la muerte) metáforas son, explicables o no, con las palabras, pero metáforas tan reales que, aún sin puertas ni ventanas, en ocasiones, siguen adelante por encima de todo...

    A la vida no se la acalla con silencios ni se la resucita con palabras...

    Una belleza de entrada reflexiva, la que nos muestras hoy amigo, y yo que tan sólo pasaba para daros un premio a vuestro blog: "Pepe y Pitt, pasad por recepción, primera planta a la izquierda..."

    Besazo reflexivo con el que hoy nos despiertas...
    PD cuidado amigo con la ironía, al igual que a la pasión te encomiendo de la ironía te invito a que huyas ;D...

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  5. La ironía por desgracia no está al alcance de todo el mundo. Yo suelo medir a mis contertulios por el sentido del humor y por lo fino. Aporta más datos sobre una persona lo que dice y cómo lo dice que su vestuario, su cuenta corriente e incluso sus gestos.

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  6. Si la realidad y las palabras se juntan ......, no, no es cierto.
    MB

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