Así es el toreo. El de verdad, el que llega cuando no hay inercias. Cuando el toro tiene que arrancar en parado y el torero tiene que llevarle siempre sometido y embebido. Ahí donde los milésimos de segundo cobran importancia durante el embroque y el trazo de los muletazos. Donde cualquier imprecisión se cobra cara. El toreo de eterno tempo, donde el toro tiene posibilidad casi eterna para elegir entre la muleta puesta y el torero sin escapatoria entregado al cite. El toreo sin inercias es el único que permite poner en pie al público en mitad de un muletazo. Y ese toreo fue precisamente el que reinó durante toda la tarde en Sevilla. Tarde para el recuerdo de Manuel Escribano que solo una espada en su primer toro de colocación trasera y ligeramente desprendida le alejó de su sueño: la Puerta del Príncipe. Su dimensión lo merecía. Y hubiera ocurrido en otros tiempos con la pasión de antaño que carecen ahora en el presente los mismos que siempre miran hacia atrás. Hasta en la feria tuvo que parar Manuel Escribano el ritmo de la música, como lo hizo con el tiempo en la plaza. Muletazos a cámara lenta, de mano muy baja. Tremenda lección de Escribano. Como también magistral fue la reaparición de El Cid, que volvió a reverdecer el toreo al natural y poco mostró esos tres años alejados de los ruedos. No ha perdido el sitio al toro. Quizás porque nunca se ha ido. Emilio de Justo volvió a cuajar una gran dimensión en Sevilla con los Victorinos, pero de nuevo el acero le alejó del río Guadalquivir. Todo en una gran corrida de Victorino Martín que nunca falla en Sevilla y recoge las piedras de aquellos que le lapidaban con un encierro de gran bravura, completo y para el recuerdo. Tres horas y nadie se quería ir a la feria. Así es el toreo
Video resumen:
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de la Feria de Abril. Casi lleno de entrada. Toros de Victorino Martín, bien presentados, de buenas hechuras y de gran juego en su conjunto. Corrida de muy interesante juego. El quinto, ‘Patatero’, nº 69, cárdeno, nacido el 01/18, con 505 kilos de peso, fue premiado con la vuelta al ruedo. Gran toro. Con importancia y bravo el cuarto, de una gran pitón izquierdo. Bueno el tercero, también mejor por el pitón izquierdo. A más, el sexto. Muy complicado y duro el segundo, siempre sobre las manos y quedándose debajo del torero. Con menos entrega y humillación, el primero.
• MANUEL JESÚS ‘EL CID’, vuelta al ruedo y oreja.
• MANUEL ESCRIBANO, ovación y dos orejas.
• EMILIO DE JUSTO, oreja y ovación tras aviso.
Incidencias: El banderillero Lipi saludó una ovación tras parear al cuarto.
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