Ni Fernando Adrián ni Borja Jiménez fueron la sombra de los de otras tardes con una brava corrida de Victoriano del Río
A
nunciaba la quinta de la Feria de Otoño en un mano a mano a los dos triunfadores del mes de mayo de Las Ventas. En el reconocimiento de los triunfos, de nuevo en el ruedo. Para la cita se había reseñado un hierro de la grandes citas, elegidas por las figuras. Toda una verdadera oportunidad. Los tendidos rozaron el casi lleno y, además, mostraron siempre estar a favor y en pro del espectáculo, hasta que el desarrollo de la tarde fue decayendo en su intensidad. Una buena faena de Borja Jiménez con un extraordinario final se quedó en la frontera de la oreja por un pinchazo. Una vuelta al ruedo que marcó una tarde en la que Fernando Adrián no mantuvo su relación de triunfo con Madrid y su público con una buena corrida de Victoriano del Río, que contó con varios toros de buen juego. En definitiva, una verdadera oportunidad.
Ni Fernando Adrián ni Borja Jiménez fueron la sombra de los de otras tardes con una brava corrida de Victoriano del Río
Una plaza llena. Una salida al tercio a saludar, Una corrida de extraordinaria reata de Victoriano del Río aguardando en chiqueros. Un mano a mano. Muy poco más haría falta para llegar a Madrid con el tratamiento que merece una figura, que es lo que se lleva pidiendo mucho tiempo para esta generación que representan Fernando Adrián y Borja Jiménez, cinco puertas grandes entre los dos en el último año y medio. Y supongo que un buen dinerete a repartir entre los dos, aunque no anduviera la tele por medio. Eso, independientemente del resultado artístico de la operación, ya es un éxito. Pero, en este caso, uno recuerda la frase de Rafael El Gallo, cuando decía que lo librase Dios de un toro bravo, y conviene analizar el precio que han pagado los dos toreros anunciados hoy por no andar a la altura del encierro más bravo, en conjunto, que se ha lidiado en Las Ventas en lo que va de año.
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