Tenía la tarde el ambiente de oportunidad para seis matadores de toros sevillanos. Y lo cierto, por unas cosas o por otras, que quien mejor la aprovechó fue Ruiz Muñoz. Y Fermín Bohórquez. Pues el encierro embarcado desde tierras gaditanas tuvo varios toros de opciones grandes de triunfo. Y uno de ellos fue a parar a la manos de Ruiz Muñoz que ya puso a la plaza a su predisposición al brindar su faena al maestro Curro Romero. Bajo la esencia de su influencia, el sobrino nieto del ‘Faraón de Camas’ dejó instantes de gran belleza, retrocediendo en ocasiones varios años años atrás con muletazos de figura erguida y línea corta. Y una trinchera, para enmarcar. La fibra de Sevilla. Otro de los astados de triunfo fue a parar a las manos de Rafael Serna, mientras que el bravo sexto no terminó de entregarse cuando un firme Calerito le exigió. Torería de Ángel Jiménez, disposición de Lama de Góngora y capacidad de Borja Jiménez.
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