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martes, 27 de junio de 2023

Ginés Marín en su nuevo espacio/tiempo. Editorial de Mundotoro


Con San Juan terminando y empalmando con las fiestas de San Pedro, de los innumerables festejos sacamos varias conclusiones positivas. Primero, que hay una tendencia al alza en asistencia de público y de público joven. Una especie de reacción. En lo ganadero, Victorino confirma una temporada ascendente con la corrida de Algeciras, donde, un torero que se mantiene en silencio, indultó un toro de esta ganadería, Antonio Ferrera. Una gran noticia para un hito ganadero y torero. Y, entre los más jóvenes, la tarde de Ginés Marín en Badajoz, la que puede ser la mejor de su carrera hasta el momento, confirma que este torero está en ese punto de madurez que se alcanza justo antes de llegar a la cima.

Cuatro orejas y un rabo, pero, sobre todo, el poso que deja un toreo redondo y rematado. Ginés Marín, tantas veces apegado a la frialdad, a una regularidad puesta en duda y a veces a merced del ánimo que marca el toro que no embiste, sale de la zona de confort y se coloca ahí donde los toreros que tienen gran fondo y talento pueden hacerlo.

‘Ginés Marín, tantas veces apegado a la frialdad, a una regularidad puesta en duda y a veces a merced del ánimo que marca el toro que no embiste, sale de la zona de confort y se coloca ahí donde los toreros que tienen gran fondo y talento pueden hacerlo’

Una reflexión sobre este torero le aleja de ser esa promesa eterna que no rompe. Cumple ocho años de alternativa, pero, por medio, uno o dos de pura pandemia, justo cuando debía dar un paso definitivo adelante. Y ya lleva un par de años creciendo en lo que los toreros deben de crecer, en seguridad mental y confianza en lo que tiene.

Y lo que tiene es que es uno de los mejores toreros con el capote del escalafón. Un torero que con la mano izquierda es capaz de trazar el mejor de los muletazos y más reunidos y con la intención de reducir las embestidas.

Ha ganado en la forma de ir a la cara del toro y de salir, momentos en los que hay que llenar el espacio/tiempo con torería, de tal forma que el público no sólo no se aparte de la faena, sino que siga dentro, crear la espera de lo que viene y creer en lo que va a venir. Y, con la espada, uno de los mejores, con una forma pura de ejercer la suerte. Es decir, que tiene todo lo que se ha de tener para ser gente importante en esto. Crecer en personalidad y demostrarla. Cuando se tienen esas condiciones, es el camino.

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