Talavante publica una faena sin libreto
Una faena de guión no establecido con un toro que se salió de cualquier molde. Un milagro sin reglas entre Alejandro Talavante y el toro de Juan Pedro Domecq con 672 kilos en báscula. Desafío a la física. Línea curva entre la inmensidad negra. Un trasteo sobre la marcha, imperfecto en la búsqueda siempre de lo contrario. Volvió el mejor Talavante con su mejor mano y en el mejor escenario posible. Desde el toreo al natural de inicio al final por muletazos genuflexos sobre la diestra. Una faena grande, sin libreto y con seis años en proceso de editorial. Talavante, en la frontera de la Puerta Grande, para sujetar una tarde de expectación por la nubes, en la que Pablo Aguado ascendió el toreo a la verónica al pódium de San Isidro. Bronca para Morante de la Puebla.
Alejandro Talavante ha cuajado una gran faena al natural al quinto de la tarde, con el que se volvió a ver el gran estado de forma en el que se encuentra el toreo del extremeño. Una faena que se quedó en una oreja por el fallo en la colocación de la espada. ‘Tenía muchas ganas de esto toro, después de que el primero me dejara sin opciones. Estaba esperando, no quería gastarle en el capote porque era bueno. Una pena que haya caído la espada baja porque habría sido de dos’.
Talavante volverá a Madrid el próximo viernes con la corrida de Santiago Domecq. ‘En este San Isidro me están recibiendo en Madrid con un cariño especial’.
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