Hijos del arrebato y del capricho, los seres humanos respondemos más a la chiripa y a la contingencia que a la planificación meticulosa. El destino -rosa dispuesta a todos los vientos, mapa torcido a múltiples puertos- no es sino una ocurrencia desgraciada, a veces venturosa, a medio camino entre el azar y la sorpresa.
Rafael Toriz (México)
La ciudad alucinada
a veces planificamos minuciosamente el fracaso
ResponderEliminarsaludos
... y tenemos éxito.
EliminarSaludos.
... y tenemos éxito.
EliminarSaludos.
Rafael tiene razón. Sin el azar en le camino, el hoy no puede entenderse.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Bueno... Me gusta como lo dice, pero me quedo con el azar y la sorpresa.
ResponderEliminarLa imagen es una preciosidad!
Muchos besos, Pitt.
En alguna ocasión te dije que tienes "cerebro de telenovela", tu no eres mucho de dejar las cosas al azar, pero bien es cierto que hay que fastidiarse porque en algunas ocasiones no las tenemos todas con nosotros.
ResponderEliminarY puede que el azar sea la mejor manera de decidir, la más eficaz.
ResponderEliminarQué buen texto Pitt!
ResponderEliminarYo creo eso mismo, y así lo siento, pero jamás podría haberlo expresado así tan claro y contundente.
Bueno, tal vez con un poco de suerte si, ja!
Abrazo
Un poco de rutina en el caos o un poco de caos en la rutina.
ResponderEliminarNada está del todo en nuestras manos.
ResponderEliminarEn un segundo para bien o para mal, todo cambia. Y eso sin planificar o planificando.
Pero el texto me parece buenísimo.
Besos, Pitt.