Seguidores

jueves, 27 de enero de 2011

Islandia: La revolución silenciada

Os pongo un link a un artículo de uno de los sitios que sigo, que me ha llamado la atención y otro que lo cuenta con más detalle.  Si las cosas son como dicen, que creo que sí, resulta muy llamativo el distinto eco que han tenido/están teniendo en los medios de comunicación las revueltas de Túnez y Egipto, en comparación con la de Islandia. 

Estos son os links:  http://nosinmibici.com/2011/01/23/2073/
http://www.kriptopolis.org/islandia-revolucion-silenciada

Me gustaría conocer vuestra opinión al respecto.

5 comentarios:

  1. Conozco el tema islandés. Recuerdo que cuando salieron las noticias en la prensa hace pocos años de que Islandia estaba KO, me vino a la cabeza una estadística que leí sobre los índices de suicidio a nivel mundial.
    Los islandeses estaban en lo más alto del podium.
    Me pregunté los motivos. Busqué datos sobre sus rentas per cápitas, salarios, jubilaciones, esperanza de vida, número de hijos....y nada.
    Llegué a la conclusión (subjetiva) de que eran gente solitaria debido al clima. La falta de sol era la clave.
    Fuera de las ciudades viven recluidos con luz artificial.
    Ya ves, no tiene mucho que ver con tu post, pero es un tema muy interesante desde luego.
    Tormenta de ideas a la vista!

    Salu2

    ResponderEliminar
  2. Llevo muchos meses, quizás años preguntándome cómo es posible que no reaccionemos ante tanto mamoneo (disculpad mi vocabulario, pero es que no encuentro otra palabra que lo defina mejor). Por todos lados nos avasalla un sistema político, financiero y social, que no hace más que degradarnos como ciudadanos. ¿y qué hacemos para parar las cosas, para cambiar la situación? Pues nada absolutamente, sólo poner la voz en grito cuando nos dicen que no podemos fumar en lugares públicos.
    Puaj, lo dije una vez en mi blog: Somos un país de pandereta. Punto pelota.

    ResponderEliminar
  3. La clave es el miedo de que la gente se de cuenta de que SÍ hay otra salida a la crisis que la que se está dando, y que consiste en que los que menos tenemos acabemos pagándolo todo y muchos acaben sin nada que poder perder.

    Aquí hace falta una revolución, y la del pueblo islandés es un ejemplo que nadie quiere que se tome en consideración.

    Te agradezco mucho este enlace porque como buena ignorante no sabía nada del asunto.

    El tema que propone Toni también me parece interesante. y como él, creo que el tema de la climatología tiene mucho que ver en el asunto.

    ResponderEliminar
  4. Estoy con Neko en el miedo. Con miedo, a lo que sea, se domina al pueblo. Todavía hay miedo en este país y aquellos que podrían no tenerlo tampoco mueven un dedo. Las protestas, las manifestaciones, las algaradas no se nutren de hombres y mujeres de 60 años.
    Lo que dice Toni es y no es. Las estadísticas dependen de tantas cosas que no suelen ser veraces. Por poner un ejemplo creo que en algunos países solo consideran estadísticamente el suicidio si hay intervención policial, porque sino pasa inadvertido. Además el suicidio es un medio de independencia y, por tanto, todos los poderes lo odian. Hablaremos del apasionante tema del suicidio. Gracias por recordarlo.
    Yolanda, ¿por qué no reaccionamos al mamoneo? ¿Por qué somos un país de pandereta? ¿por qué nos avasalla el poder político, financiero y social?.
    Primero porque: españolito que vienes al mundo una de las dos Españas ha de helarte el corazón. Hablamos mal de los políticos pero cada uno piensa en el contrincante.
    Segundo: poner a parir a la clase política no pasa factura. Nadie pone a parir a los defraudadores, a los especuladores, a todos aquellos que generan dinero negro o se dedican a prásticas abusivas.
    Tercero: cada uno opinamos diferente de lo que consideramos 'justicia social', ese reparto es para los demás no para mí, yo soy el más justo, el más bueno y el más sabio. Los demás son los malos.
    Esto es interminable y menos unión y solidaridad tenemos de todo.
    Somos un país de pandereta porque siempre andamos con tópicos, con romanticismos trasnochados y, sobre todo, con una hipocresía desmedida.
    No anda muy lejos de nuestra casa y nuestra empresa, cuando no de nosotros mismos, todo tipo de corrupción. Ya sé que nadie va a aceptarlo.

    ResponderEliminar
  5. Casi me arrepiento de haber escrito el anterior comentario. No me gusta. Me gusta la cerveza, las mujeres bellas, la pintura de Renoir. Destesto las casas donde hace frío y las ideologías, como decía Gabriel Ferrater, del que su gran amigo Gil de Biedma dijo a modo de epitafio: "Una de esas personas -yo me tengo por otra- que con los mismos defectos pero con menos cualidades hubiera funcionado mucho mejor".

    ResponderEliminar