Sócrates era famoso por su austeridad. Durante una gran parte de su vida fue más conocido por no llevar zapatos que por sus pensamientos. Hay una historia que cuenta que un día fue al mercado. La gente andaba a empujones y los puestos rebosaban de productos de todo el Mediterráneo. Un comerciante descubrió a Sócrates y, divertido con la idea de venderle algo al hombre que no tenía nada, le gritó: “¿Qué desea comprar? ¿Qué le hace falta?”.
Algunos de los parroquianos se giraron para oír lo que Sócrates respondía. ¿Se mostraría receptivo o pondría al vendedor en su sitio?
Sócrates se acercó al puesto, señaló todas las mercancías expuestas ante él y extendiendo sus manos ante tal abundancia exclamó: “¡Por todos los dioses! ¿Quién hubiera dicho que hay tantas cosas que no necesito?”.
¡¡¡Genial!!!
ResponderEliminarSoy nueva por aquí, pero esta primera entrada que leo me ha gustado. Ójala viéramos más a menudo cuántas cosas no necesitamos... Buena entrada.
ResponderEliminarVoy a seguir dando un paseo por aquí...
Un saludo.
Una respuesta ideal para los vendedores a domicilio, por variar el "no me interesa... ¿Qué es lo que no has entendido, el "no", el "me", o el "interesa"?
ResponderEliminarMuy bueno Herel.
ResponderEliminarSócrates entendía que no es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita, aunque la frase ya haya alcanzado la categoría de tópico.
No cabe duda de que el Hombre es el animal más manipulable de la creación.
ResponderEliminarAdemás de Sabio, Sócrates debió ser feliz.
ResponderEliminarUna historia genial! que dificil es ahora aprender a vivir sin tantas cosas...
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