En la vida los hombres soñamos o bien representamos un papel como en un sueño; pero no es la vida verdadera, ya que somos como muñecos de trapo que alguien mueve a su antojo y al final tenemos que dejar de representar para morir. Algunos se creen el papel y se envanecen si les ha tocado ser reyes, príncipes o personas principales.
Dijo Thomas Carlyle: "La vida es un espectro que se mueve en un mundo de espectros".
"Tempus fugit, carpe diem", solía decir mi profesor de Sociología...
ResponderEliminarEsto es lo que siempre digo yo con otras palabras, te das cuenta????? por qué tenemos que representar el papel que no nos corresponde y además algunos ser conscientes de ello? Creo que esa es la mayor crueldad que nos ofrece la vida.
ResponderEliminarPues yo soy libre...solo que nací con una estrella en el ojo.
ResponderEliminarAlgún dia le encontraré sentido...
Salu2
Lo que pasa es que Thomas Carlyle de niño no había visto películas de Walt Disney de esas que la moraleja es "se tu mismo y serás feliz" y por eso llegó a unas conclusiones claramente erróneas.
ResponderEliminarYo me considero libre, como Toni. Lo achaco a que tengo cierta facilidad para ser feliz y también para no sentirme desgraciado. La matización es porque ambas cosas requieren aptitudes distintas. La primera diría que es innata en mi y la segunda adquirida.
En mi caso tiene más mérito, ya que de pequeño no vi películas de Disney.
"Somos muñecos que alguien mueve a su antojo" y como dices en la segunda parte, la vida no tiene argumento por el simple hecho que los actores también juegan a ser directores, a ser guionistas, a ser productores. Por mucho redil que tengas cuando te pones a contar ovejas siempre hay alguna que no está quieta y al final no sabes si llevas bien la cuenta.
ResponderEliminarLo malo es que aunque el papel no te guste, es muy dificil pedir un cambio.
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