Mucho se ha hablado sobre estas grandiosas construcciones. Para los arqueólogos del siglo XIX parecían haber surgido de la nada, como si el pueblo egipcio de repente, sin previo aviso, comenzara a producir monumentos que iban a maravillar a las sucesivas épocas, sin excluir la nuestra. Al misterio de su levantamiento se unía el misterio de su función pues parecían irracionales tantos recursos para una tumba, eso unido a una conjunción de datos matemáticos y astrológicos que llevan implícitos en sus medidas convierten a las pirámides en una incógnita para todos nosotros. Sin embargo, recientes estudios nos demuestran que, como tantos otros avances de la humanidad, estas surgieron de una forma casi casual.
Los faraones, gentes refinadas que ya tenían a sus espaldas un desenvolvimiento de la cultura y el ocio, en los momentos de paz, caían en una especie de letargo que les aburría. Un día, paseando el faraón por sus jardines, pensando en como pasar el rato (sabido es que el pensamiento es la semilla de la acción), decidió que mandaría construir su propia tumba, con lo cual podría estar entretenido hasta que lo visitara la Parca. Convocó a sus ministros, sus arquitectos e ingenieros, y les expuso la idea. Como entonces las ideas de los faraones no eran discutibles, recordemos que Manetón dividía a los gobernantes egipcios en dinastías, de una palabra griega que significa “tener poder”, todos se pusieron manos a la obra. Pero al faraón no le agradaban los proyectos que le fueron presentando. Mientras, los arquitectos, temerosos de que los vieran inactivos, hicieron traer materiales de todo el imperio y ante la ausencia de un proyecto determinado, los iban amontonando en un lugar del desierto, lo que hoy se llama una urbanización a las afueras. El faraón, dubitativo, no terminaba de decidirse, porque hasta en las almas más grandes hay rincones de debilidad en los cuales duermen las supersticiones, y temía no acertar con lo que sería morada de su tumba. Y los meses iban pasando. Cuando sus consejeros le instaban a decidirse, el faraón les decía: “Es mejor agitarse en la duda que descansar en el error”. Y continuaba con sus cavilaciones, viendo proyecto tras proyecto. Llegaba una crecida tras otra del Nilo y los materiales se amontonaban en el lugar elegido a la espera de comenzar con la construcción. El faraón, antes brioso cazador de leones, ahora ya empezaba a llegar a esa edad en que todas las mujeres agradan y no es posible agradar a ninguna. Un día, el faraón murió. ¡Sin haber comenzado su túmulo! Las piedras formaban una inmensa montaña producida por años de abastecimiento y, los arquitectos, ante la premura del enterramiento del faraón, solo tuvieron una opción: sacarle punta, hacer un agujero e introducir la cámara mortuoria en su interior. Así se construyó la primera pirámide. Según Pittagorus de Efeso “El loco”.
"Así se construyó la primera pirámide y se inventó el sacapuntas"
ResponderEliminarCuando la fuente de una información tiene el apodo o sobrenombre de "el loco" te hace releer el texto, volverte suspicaz. Lo que está claro es que esos faraones querían resultar poderosos hasta después de muertos. Al final no lo lograron, claro. Cuando ves Pirámides ves monumentos pero a duras penas recuerdas al tipo que hay dentro o su nombre. Claro que con la humildad nunca se hubiese construido nada parecido. En fin. El post ha sido de lo ma´s interesante, tengo que añadir.
ResponderEliminarPor darle a la imaginación sobre el origen de la primera pirámide, podría simbolizar una techumbre, la cubierta de un gran edificio subterráneo.
ResponderEliminarLa tumba es subterránea, y por privada, nadie desde el exterior podría contemplar su grandeza. Para remediar este punto existe la pirámide: observad semejante techumbre, e imagina cómo debe de ser el palacio que cubre y que está enterrado.
En cuanto a la forma piramidal, no hay una figura más obvia para, con medios rudimentarios, hacer una construcción que cumpla estos requisitos:
-Altura y tamaño.
-Indestructible por los enemigos.
-Resistente al paso del tiempo y otras inclemencias como huracanes o terremotos.
También ayudaba en el Antiguo Egipto que no existían los promotores.
ResponderEliminar¡Vaya! No me lo esperaba. Bonita historia la de Pittagorus de Efeso, "El loco".
ResponderEliminarSupongo que también ayudaba que aún no nacía Led Zeppelin...
Me parece una explicación muy en sintonía con la naturaleza humana. Pittagorus de Efeso, pese a su sobrenombre era un tipo muy cuerdo.
ResponderEliminarLo que no imaginaban los faraones es que Dios
ResponderEliminares ecologista y que castiga con el infierno
a los que contaminan y explotan de forma abusiva los recursos del planeta.
Recemos un responso por el presidente de General Motors.
Qué interesante, jamás habría dicho que asi se formó la primera pirámide, mira que de cosas dijo tony, y como casi siempre, la respuesta más sencilla es la más acertada. Aunque este tipo fuera apodado el loco, me lo creo, me resulta más fácil de comprender la desidia que infinitas fórmulas matemáticas.
ResponderEliminarEs el problema que tuvieron en Marbella (entre otros)en su día, que empezaron a dejar piedras junto a la playa y al final les acusaron de estar especulando con el suelo y tal y tal.
ResponderEliminar-Lo que es la "incurtura"
...de todos los españoles (Mariano Ozores).
ResponderEliminarSalu2
O como dice el refrán: cada loco con su tema. Abrazos.
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