"Juro -por mi vida y el amor que siento por ella- que nunca viviré para otro hombre, ni pediré a otro hombre que viva para mí. AYN RAND.
Se suele asociar a Rand con el liberalismo y se la conoce por valorar el racionalismo y el intelecto, pero no es la única que defiende la moralidad del interés propio. Como dice el Dalai Lama: "Sé inteligentemente egoísta". La tradición mahayana del budismo sostiene que todo el mundo debe alcanzar la iluminación y, cuando la consigues, debes vovlver atrás para ayudar a otros a lograrla. Cuando el egoísmo nace de un inteligente interés propio, es una fuerza constructiva; cuando nace de la vanidad, del egocentrismo o el narcisismo, es destructivo.
O lo que es lo mismo: "por el interés te quiero, Andrés". Pero el interés propio inteligentemente egoísta, claro... Que dista del egocentrismo años luz, y de la vanidad y el narcisismo, ni te cuento!!!
ResponderEliminar¡Que la fuerza (constructiva) te acompañe, Pitt!
XD
Besos.
<3 <3 <3
Una sana ración de egoísmo nos mantiene protagonistas de nuestra propia vida y nos acerca al entendimiento de que no pasa nada por darnos prioridades cuando no es de vital importancia no estar para otros.
ResponderEliminarAhora, cada uno le dará el matiz que quiera o hasta donde su entendimiento alcance...
Mira qué bien, la curiosidad nos ha presentado :)
Abrazos
Ayn Rand ¿no era la autora de Los Que Vivimos? Durante muchos años fue mi libro preferido, y la protagonista amaba con locura y moría por ese amor... Tengo que releerlo, aunque volveré a llorar, seguro. Quizá ahora lo vea desde otra perspectiva.
ResponderEliminarSe trata de vivir no de sobrevivir, el egoísmo en todas sus facetas te impulsa a la supervivencia y no te das ni cuenta, la humanidad calza un 43 y lleva zapatos del 40, solo debemos salir a la calle y verlo.
ResponderEliminarUn abrazo, buena página la vuestra, felicidades.